DEL IMPERIO ROMANO AL HOGAR

Tantas veces hemos oído hablar de los antiguos baños donde los romanos, solían reunirse para higienizarse, masajear su cuerpo y socializar. Lo que nunca imaginamos fue que en pleno siglo XXI, fuese posible contar con esta terapia de limpieza y relajación en el hogar. Hoy es posible. 

Con las mismas dimensiones que mencionamos para el sauna seco, se puede contar un baño de vapor en casa. Incluso hasta incluir en el receptáculo de ducha, el generador de vapor y aprovechar al máximo el espacio.

En la actualidad, la tecnología hace accesible el contar entonces con los 4 elementos básicos del spa sin salir de casa:

Bañera de hidromasaje: recomendada para recuperar la energía física y emocional, oxigenar la sangre y librar el cuerpo de tensiones.

Ducha escocesa: ideal para complementar con la bañera y reactivar la circulación, relajar tensiones musculares y neutralizar el tejido adiposo que provoca celulitis.

Baño de vapor: terapia perfecta para hidratar la piel, dilatar los bronquios, regular la presión sanguínea y mejorar el ritmo cardíaco al igual que el sistema circulatorio.

Sauna seco: una rutina diaria de 10 minutos de sauna ayuda a relajar cuerpo y mente y mejorar la circulación al finalizar la actividad física o una intensa jornada laboral.