Estar sumergido en agua, calma tu sistema nervioso, mientras reduce la inflamación y el dolor. Los niveles de estrés y ansiedad también se reducen significativamente, lo que puede ayudar mucho a mejorar tu estado de ánimo.
La temperatura y la presión del agua también aliviarán suavemente la columna vertebral de cualquier incomodidad o dolor, y se ha encontrado que alivia los síntomas de la enfermedad de Parkinson.